MÁS ALLÁ DE LA RESERVA DE LA BIOSFERA

Parque Natural de las Arribes del Duero (Salamanca – Portugal)

En el noroeste provincial, en tierras fronterizas hispano-portuguesas, el río Duero ha excavado profundos valles que tallan el paisaje granítico. Se suceden espectaculares paredes y farallones, permitiendo salvar la diferencia de altitud que separa al río desde la meseta hasta el océano Atlántico.

Estas condiciones geográficas han favorecido un microclima especial, muy benigno, con cultivos y especies de flora y fauna típicamente mediterráneas.

Así, en vertientes y laderas regadas por los ríos Duero, Tormes, Águeda, Yeltes, Huebra, Uces o Camaces, el viajero podrá contemplar olivos, naranjos, almendros, chumberas, enebros, encinas, quejigos o alcornoques donde viven garduñas, jabalíes, tejones, zorros o nutrias que son vigiladas desde el cielo por buitres leonados, alimoches, águilas reales, perdiceras o cigüeñas negras. La calidad medioambiental de estos parajes les ha valido su reciente declaración como Parque Natural.

Valle del Ambroz y Valle del Jerte (Cáceres – Extremadura)

El Valle del Jerte toma su nombre del río que lo recorre, situada al noroeste de la comarca de Cáceres, limita al norte con el Valle del Ambroz y las provincias de Ávila y Salamanca.

La arquitectura popular serrana es una de las más representativas del norte extremeño, realizada a base de piedra y entramado de madera. Destacando Cabezuela del Valle, declarado Conjunto Histórico Artístico.
Este valle y toda la zona están dotados de una temperatura benigna durante todo el año, lo que le confiere un encanto natural muy especial y un privilegio para el cultivo. En primavera sus laderas son vestidas de miles de cerezos que nos proporcionan unos paisajes de una belleza inigualable. Hay que destacar la Reserva Natural de la Garganta de los Infierno, lugar paradisíaco por su impresionante naturaleza y magnífica flora y fauna.

El Valle del Ambroz es un paisaje de serranías con grandes extensiones de encinas, pinares y castaños, por donde discurren pequeñas gargantas todo el año debido a la nieve acumulada en lo más alto de sus sierras. Grandes espacios dedicados a embalses dotan a la comarca de buenas zonas de pesca y deportes náuticos.

Destaca el Castañar de los Gallegos, uno de los más importantes de la región. Como Árboles Singulares encontramos: el Castaño de Corbiche en Casas del Monte, el Castaño del Temblar en Segura de Toro, el Abedular del Puerto de Honduras en Gargantilla, el Alcornoque de la Fresneda en Aldeanueva del Camino.

Parque Regional de Gredos (Ávila)

Modelado por la erosión en pretéritas épocas glaciares, la Sierra de Gredos, en el sur de Castilla y León, se presenta como una espectacular sucesión de lagunas, circos, gargantas, cuchillares, riscos, galayos y depósitos morrénicos. Es el feudo de la cabra hispánica.

La Cordillera Central se nos muestra como una alargada cadena montañosa que se levanta en el centro de la Península Ibérica y que sirve de separación a las cuencas y mesetas de los ríos Duero y Tajo. En su sector intermedio, en concreto en el extremo meridional de la provincia de Ávila, y como un pesado e impenetrable murallón granítico, se alza la Sierra de Gredos. En su accidentado y vertical relieve de picos agudos, brechas y salientes empinados destacan el circo y la laguna Grande de Gredos. Ambos son de origen glaciar y aparecen presididos por el pico Almanzor, coloso pétreo que, con sus 2.592 metros, es la máxima altura de todo el Sistema Central.

Si el relieve convierte a Gredos en una bella y espectacular montaña, desde el punto de vista biológico su hábitat nos ofrece uno de los espacios más interesantes de toda Europa occidental.

Debido a su situación geográfica, a los fuertes desniveles y a la distinta orientación de sus laderas, la Sierra de Gredos puede considerarse como un auténtico paraíso para la flora. Las diversas especies vegetales aparecen distribuidas en pisos superpuestos que alcanzan su culminación en el piso alpino, el más interesante de todos ya que en el mismo se han localizado un gran número de endemismos botánicos.

También dentro de la fauna, la Sierra de Gredos destaca por sus endemismos: un mamífero, tres reptiles y dos anfibios. La cabra montesa, la salamandra del Almanzor y el sapo común de Gredos son los más relevantes.

Junto a estos valores ambientales, la zona de Gredos atesora un interesante compendio de lugares en los que la historia, el arte y la tradición han dejado una huella indeleble. Entre todos ellos destacan la calzada romana del Puerto del Pico y los pueblos de Candeleda y El Barco de Ávila. En este último, además, se pueden degustar sus famosas y exquisitas judías.